Después de tres meses, concluyeron en diciembre las elecciones de Centros de Estudiantes de la UBA.
El resultado muestra un avance de las fuerzas opositoras al Gobierno y al Rectorado y que empujamos el Estudiantazo. El QRS, subordinado a un sector del kirchnerismo, perdió el Centro de Medicina y la Franja retrocedió (perdió en Farmacia). En Ingeniería ganamos con la Lista 7 de septiembre. En otras facultades como Arquitectura, ampliamos la diferencia con respecto a 2009.
Este avance expresa un nuevo momento entre los estudiantes, a partir del Estudiantazo que movió a decenas de miles en la Capital Federal. En las elecciones se ratificó el camino de la lucha por el presupuesto y contra la Coneau. También fue positivo el resultado en los terciarios y el IUNA. Las fuerzas que integran la conducción de la FUBA ganaron los Centros de Arquitectura, Ingeniería, Medicina, Sociales, Farmacia, Veterinaria, Exactas, Psicología y Filosofía.
Al mismo tiempo en tres de esas facultades (Filosofía, Sociales y Exactas) apareció una corriente significativa que votó listas kirchneristas (en dos formatos: más abierto -“La Cámpora ”- o con “Nuevo Encuentro” – Sabatella-). En Económicas y Odontología retuvo la conducción Franja Morada – Nuevo Espacio; en Derecho, el MNR y en Agronomía, el LAI. Votaron cerca de 80.000 estudiantes entre las 13 facultades.
Los procesos en las distintas facultades
En Arquitectura, el año estuvo marcado por tres momentos. Uno fue la necesidad de imponer un programa frente a la crisis política abierta por la elección de decano. Pasaron 6 meses sin decano electo. Los candidatos propuestos expresaban programas de ajuste y restricciones: Martín Marcos (Reforma, radicales macristas que están en el Rectorado) y Gómez Diz (propuesto por el ex decano Sorín, Encuentro y Coalición). Desde los talleres los estudiantes pudieron actuar con independencia y reagrupar a partir de un programa, evitando que sean designados esos dos candidatos y conquistando 15 resoluciones como base para la elección de un decano.
En segundo lugar, la lucha contra el recorte de cargos docentes, con decenas de clases públicas y más de 2.000 estudiantes en la marcha del 16/9. Así se recuperaron la mitad de los cargos recortados. En tercer lugar, la necesidad de reagrupar fuerzas en la elección de Centro con una lista unitaria que exprese la lucha contra el recorte y por la implementación de las 15 resoluciones. De este modo, desde La Corriente pudimos unir en la lista “Estudiantes por el Cambio” a Sur en Proyecto Sur, al PO, a Izquierda Socialista y muchos estudiantes independientes. Votaron más de 5.200 estudiantes. Sacamos el 45% (2.285 votos) frente al 19% de ‘Coalición’ (ligada al Decanato).
En Ingeniería se expresó un nuevo momento en que los estudiantes decidieron con más fuerza salir a frenar a la Coneau, con la toma del decanato y el plebiscito, entre otras medidas. Nuevo momento porque después del golpe contra el CEI en 2007, las autoridades habían logrado disminuir la movilización estudiantil y avanzar con la Coneau. El MLI ocupó la presidencia del CEI los últimos tres años. Fue parte de los que estuvieron contra la Coneau, pero se ausentaron del debate en los cursos. Por eso, al calor del Estudiantazo, desdeUnidos por Ingeniería se impulsó la Lista 7 de septiembre, junto a El Puño, EIA y estudiantes independientes. Obtuvimos el 46% (901 votos), el MLI el 26% y también alcanzó una secretaría Proyecto Sur (7%). El Gradiente sacó 16% y La Cámpora el 4%.
El año terminó con una buena noticia. Los años anteriores, habían acreditado varios planes de estudio en la Coneau en diciembre (así, en los últimos tres años avanzaron con 4 planes). Ahora con la movilización los estudiantes frenaron la acreditación de Ingeniería Informática el 21 de diciembre.
En Medicina ganó El Frente, que integra La Corriente con PO, 29 de Mayo y MST. Sobre 8.000 votos se obtuvo el 36% frente al 30% de la alianza QRS-RCP (Nuevo Encuentro). Desde hace varios años los estudiantes se vienen organizando, por ejemplo ante la falta de gas. En 2010 fueron enfrentando las medidas restrictivas y elitistas de las autoridades y el ahogo presupuestario del gobierno. Se planteó la necesidad de un Cecim en acción, frente a la parálisis del QRS. También aprovechamos la fractura entre el QRS y las autoridades. Buscamos unir a todos los que podían empujar este camino, incluyendo a “Entre todos” (Plan B, La Mella ) y a Sur-Proyecto Sur. Ambos hicieron una mala evaluación de cómo venía la situación por abajo y se presentaron por fuera.
En Exactas, La Mella recogió los votos de la mayor parte de la corriente que rechazó a la Coneau, a pesar de que durante gran parte del conflicto vacilaron en enfrentar a las autoridades y del papel decisivo que tuvo la Lista Unidad-CEPA en la lucha. Pudieron hacer pesar su balance como conducción del Centro y su política, en el cierre del conflicto, de buscar acuerdos con un sector de profesores para lograr una mayoría de votos contra la Coneau en el Consejo Directivo del 2 de junio. La lucha sigue: en diciembre las autoridades votaron la reacreditación de los posgrados.
La Corriente también presentó listas en Filo y Sociales (con el MST), en Psicología (con Sur y el MST) y en Derecho (con MST e IS). En Económicas acompañamos la lista MxE.
La disputa en el movimiento estudiantil
En cada facultad se expresó la disputa con las posiciones del Gobierno y del Rectorado en temas concretos vinculados a la Coneau y el presupuesto. Por ejemplo, algunos planteos de las fuerzas kirchneristas o filokirchneristas fueron los siguientes. En Exactas “con los Kirchner la Coneau no es tan grave como con Menem”. En Filo y Sociales “están bien las tomas contra Macri, pero no que la lucha golpee al gobierno nacional, que viene aumentando el presupuesto educativo”. En Arquitectura, “que la derecha no gane el decanato”. En Ingeniería, “no es posible echar a la Coneau, lo posible son reformas dentro de la acreditación”. En Medicina, el QRS empujaba, frente a la derecha del decanato, recostarse cada vez más sobre un ala del kirchnerismo, sin posición ni iniciativas sobre la Coneau.
Durante las elecciones, las agrupaciones K también buscaron balancear algunas medidas nacionales, como la Ley de Medios o la Asignación por Hijo, en particular después de la muerte de Néstor Kirchner.
El Consejo Superior, con la firma de los 13 decanos y el rector Hallú sacó una solicitada en medio del conflicto criticando las tomas de facultades y defendiendo la política educativa del gobierno. La Franja Morada, que integra el bloque del Rectorado, también se opuso a las tomas en reclamo de presupuesto y mejoras edilicias.
Por su parte, la FUA estuvo ausente en el estudiantazo. No marchó ni adhirió a la movilización del 16 de septiembre, a 34 años de La Noche de los Lápices.
Por todo esto, en medio de los debates, los distintos procesos atravesaron una etapa de discusión profunda y argumentación en los cursos y asambleas, con boletines informativos y otras herramientas. Fue fundamental buscar el protagonismo de los estudiantes y ganar a la mayoría para defender un programa. Al calor de esto fue creciendo el estudiantazo con miles en las movilizaciones, tomas, clases públicas, etc. Estudiantazo que empezó con los secundarios enfrentando a Macri y se extendió a la Universidad, frente a la Coneau y la falta de respuesta a los problemas edilicios, golpeando al gobierno nacional y a las medidas de los decanos y el Rectorado.
Fue importante trabajar iniciativas para unificar las luchas en un reclamo general por la educación pública, como la marcha del 16, donde se movilizaron 30.000 estudiantes a Plaza de Mayo. Finalmente, buscar que cada proceso de lucha pueda tener una expresión en las elecciones de Centros a partir de listas amplias, tanto a nivel de reagrupamiento de fuerzas como de participación de muchos estudiantes en las mismas. En Arquitectura, Ingeniería y Medicina se lograron listas de este tipo.
De esta manera, el Estudiantazo, que partió de la lucha por las reivindicaciones, cobró gran trascendencia política: contribuyó a golpear la polaridad que nos intentan meter entre gobierno kirchnerista y derecha opositora y permitió que crezcan en las elecciones reagrupamientos a partir de un programa.
Por último, cabe destacar que en medio de las elecciones se produjo el asesinato de Mariano Ferreyra, que causó mucho impacto entre los estudiantes de la UBA. Varias elecciones (como Medicina e Ingeniería) se suspendieron en los horarios de las movilizaciones para participar de las mismas.