Desde hace muchos años, un cuatrimestre tras otro, han existido intentos por parte de la gestión de la facultad de poner trabas y ajustar el sistema de becas de apuntes, que los estudiantes de filo hemos sabido conseguir y sostener desde el año ’94 con la lucha conjunta. Ayer como hoy, las becas han representado -para muchos de nosotros- la posibilidad de tener una ayuda económica para poder seguir estudiando.
Sin embargo, el cuatrimestre pasado, las autoridades de la facultad -junto con el Ministerio de Educación- decidieron sustituir el anterior sistema de becas de apuntes por las becas “Jauretche”. En el relato, esto generaba un apoyo “verdaderamente integral” para los estudiantes en situación de vulnerabilidad económica, capaz de ser utilizado para “apuntes, vianda, etc.”, mediante la apertura de una caja de ahorros en el Banco Santander e imponiendo una serie de criterios meritocráticos para su sostenimiento. Los problemas de este nuevo sistema eran evidentes. El mismo, eliminaba la posibilidad del control estudiantil, pasando a ser atribución única y directa del Consejo Directivo. Convertía a la petición de la beca, de un reclamo organizado del conjunto de los estudiantes a través del CEFyL, en un trámite individual de cada estudiante frente a las autoridades… y un banco. El monto, en sí ($125 por mes para dos materias como máximo) no alcanzaba para cubrir todos los apuntes, y mucho menos las viandas y transportes que decía contemplar. En síntesis, la sustitución del sistema de becas resultó, para los estudiantes, un grave retroceso. Para ilustrarlo, al final del cuatrimestre nos encontramos con que sólo 200 de 600 becas pedidas habían sido otorgadas.
Frente a esto, se abrió una gran discusión en el movimiento estudiantil: ¿Qué sistema de becas necesitamos?
Teléfono, para vos…dicen que te quedaste sin beca?!
A poco más de seis meses de este conflicto, nos encontramos hoy con una situación aún más complicada. Con el paso del control estudiantil al control de la gestión del sistema de becas, las autoridades han podido realizar todo tipo de maniobras. Esta semana, muchos de nosotros recibimos llamados telefónicos, comentándonos que ya no seguiría la beca Jauretche y que “podíamos” anotarnos para recibir las Becas Bicentenario. En la puerta de Filo, nos topamos con la sorpresa de un stand para promocionar la inscripción en el Programa Nacional de Becas Universitarias (PNBU). Al mismo tiempo, la información en el SEUBE, así como los comunicados de la gestión son ambiguos. Lo que sí es cierto es que desaparecer las actuales becas de apuntes no se sabe con seguridad qué pasará con los 800 inscriptos. Las becas PNBU tienen un carácter diferente al de las becas de apuntes, con requisitos meritocráticos para su obtención y un rígido sistema de restricciones socioeconómicas que no se condicen con nuestras necesidades. Por otra parte, su reglamento sostiene que no hay garantía de que cada estudiante que solicite la beca la reciba. Es otra lavada de manos.
Es necesario, en este contexto, que vayamos a reclamarle explicaciones al decano Hugo Trinchero y a la Secretaría de Extensión y Bienestar Estudiantil sobre cuál va a ser la situación de las becas este año. Hay que exigir que el SEUBE se haga cargo de la inscripción a las becas, con control del CEFyL y se prorrogue esa inscripción hasta que se garantice que todos aquellos que solicitan la beca la obtengan.
- Que el Decano y el consejo directivo den explicaciones ante los llamados para anotarnos a las Becas Bicentenario y los rumores de que la beca Jauretche no va a estar este cuatrimestre.
- Que las autoridades informen qué se está haciendo con los fondos provenientes de los recursos propios de la facultad que, desde el cuatrimestre pasado, no se usan para las becas de apuntes.
- Beca que se pide, beca que se otorga.
Hoy más que nunca es necesaria la participación, el protagonismo y la unidad de los estudiantes. Solo a partir de la discusión y la organización de todos desde los cursos, buscando en todos nuestros espacios de debate la máxima unidad partiendo de un programa acordado, y respetando la democracia estudiantil, vamos a lograr defender nuestras conquistas, derrotar la ofensiva de Trinchero y las autoridades, y avanzar por nuestras reivindicaciones.
La Corriente Filo UBA